erreapé de pé a pá.

sábado, 25 de febrero de 2012

Supongo que será este insomnio, que sirve para algo.

Y son estas noches en vela que me hacen pensar en cada detalle. Reviso cómo pasan mis días, y es ahí cuando me doy cuenta de que mi vida ha cambiado radicalmente. Es como si hubiera dado una vuelta, trescientos sesenta grados en los que se esconden bastantes más de trescientas sesenta sensaciones, trescientos sesenta pensamientos y trescientos sesenta motivos para seguir adelante.


Antes de ayer luché por conseguirte, ayer luché por olvidarte, ¿pero hoy? ¿ a qué estamos jugando hoy?
La verdad es que me encanta que juguemos. Pero con dos condiciones. La primera, es que no sea con los sentimientos, y la segunda, aparece cuando la primera no se cumple, y es que al menos yo no vuelva a perder.

El miedo a perder nunca me ha impedido jugar, pero tengo un problema si al perderme hace un año aún no me haya encontrado. 

Al menos me consuela saber que tú a mí también me echas de menos. Vives tristemente engañado pensando que no, pero yo lo sé. Porque los amores de verdad son eternos. Y en el fondo, yo también vivo tristemente feliz y engañada pensando que te he olvidado. Pero al menos, he aprendido a ser feliz contigo y sin ti.

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