Antes de ayer luché por conseguirte, ayer luché por olvidarte, ¿pero hoy? ¿ a qué estamos jugando hoy?
La verdad es que me encanta que juguemos. Pero con dos condiciones. La primera, es que no sea con los sentimientos, y la segunda, aparece cuando la primera no se cumple, y es que al menos yo no vuelva a perder.
El miedo a perder nunca me ha impedido jugar, pero tengo un problema si al perderme hace un año aún no me haya encontrado.
Al menos me consuela saber que tú a mí también me echas de menos. Vives tristemente engañado pensando que no, pero yo lo sé. Porque los amores de verdad son eternos. Y en el fondo, yo también vivo tristemente feliz y engañada pensando que te he olvidado. Pero al menos, he aprendido a ser feliz contigo y sin ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario